The quick
30/Jun/2020
Existen ciertos debates sobre si la alimentación saludable es más costosa, o si las frutas y los productos lácteos nos hacen aumentar de peso y son perjudiciales para la salud. Bajo este contexto, decidimos contarte la realidad acerca de 3 mitos sobre la comida saludable para niños y adultos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS),una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares (acv) y el cáncer.
En cuanto a los niños y niñas, una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para su salud y el funcionamiento de su organismo, ya que es indispensable para su desarrollo y crecimiento. Además, es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños y niñas de por vida.
En los dos primeros años de la vida de un niño/a, una nutrición óptima impulsa un crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo. Además, reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad y de enfermedades no transmisibles en el futuro.
Los consejos para una alimentación saludable durante la lactancia y la niñez son los mismos que en el caso de los adultos, si bien los elementos que figuran a continuación también son importantes:
Teniendo en cuenta la información anterior, te presentamos 3 mitos y realidades sobre la comida saludable para niños y adultos, con el propósito de que los tengas en cuenta la próxima vez que planifiques las compras de alimentos saludables para ti y tu familia. Recuerda que nuestra información es generalizada, por lo que puede no aplicar en ciertos casos de enfermedades o intolerancias a ciertos alimentos:
Realidad: Cuando nos referimos a alimentos saludables incluimos frutas, verduras, legumbres, carnes y lácteos de bajo contenido graso. Por el contrario, los alimentos poco saludables serían aquellos altos en calorías, grasas o sodio.
Como ejemplo, un pollo entero, una lechuga y dos tomates puede representar un almuerzo para cuatro personas por menos de seis mil pesos (en Chile). Por otra parte, cuatro hamburguesas con queso podrían tener un precio mayor. Con ello, demostraríamos que comer saludable podría ser más barato. Sin embargo, tenemos en cuenta que esta realidad puede variar de acuerdo al contexto socioeconómico y hábitos alimenticios de la familia.
Te recomendamos ver estas recetas de snacks saludables para niños y darle un giro creativo a tus comidas en casa 😀.
Realidad: De acuerdo con la nutricionista Thalía Phuma Ludeña de la web InstaSalud, el queso, la leche y el yogur sin grasa o bajos en grasa son tan nutritivos como los productos hechos con leche entera, pero tienen menos grasa y calorías. Los productos de derivados de la leche, también conocidos como productos lácteos, tienen calcio y proteína que sirve para aumentar la masa muscular y para ayudar al buen funcionamiento de los órganos.
Si bien existen distintas fuentes de leche animal, lo más común es ingerir leche de vaca y otros productos lácteos derivados de la misma. La desventaja de ello es que además del alto aporte calórico (leche entera o completa), también puede ser un agente irritante para el aparato digestivo, sobre todo para personas intolerantes a la lactosa.
Además, el consumo de cualquier tipo de leche de vaca está ligado al incremento de la prevalencia y severidad del acné en niños, niñas y adolescentes.
Realidad: Debemos mantener una ingesta de 1 a 2 porciones de frutas al día, si la consumimos en exceso, entregaremos a nuestro organismo exceso de fructosa, la cual se convierte en energía, que si no la utilizamos se va a almacenar como grasa en el cuerpo.
En resumen, la fruta debe ser consumida, al igual que el resto de los alimentos, con moderación. Sí se recomienda su consumo diario, pero siempre en una porción adecuada.
Como ves, ningún exceso es bueno. Lo importante de mantener una dieta saludable, tanto para ti como para tu familia, es que consuman alimentos de los grupos básicos y eviten el consumo de azúcar refinada, alimentos procesados altos en sodio y grasas y exceso de productos lácteos.