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30/Jun/2020

¿Cómo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying?

Por Jorge Escudero Bello
Especialista Técnico en Niñez.World Vision Chile

El bullying se refiere a los diferentes tipos de malos tratos que se dan entre estudiantes, destacando la presencia de quien sufre bullying, quien lo ejerce y quienes son testigos. Acerca de cómo ayudar a tu hijo o hija a defenderse del bullying, tenemos algunas recomendaciones.

¿Cómo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying?

1.Buenos tratos en la crianza

Los buenos tratos constituyen el principal factor de protección ante situaciones de violencia, ya sea en la escuela o fuera de ella. Esto porque en la familia se educa acerca de la valoración personal y el respeto que se debe pedir de las personas con las que se comparte en el día a día. Si en casa no le hemos hecho saber que es merecedor de buenos tratos, no podemos esperar a que nuestro hijo o hija nos cuente que está siendo maltratado en la escuela. El trato cálido y receptivo es un pilar fundamental para fomentar una sana autoestima, a fin de que el niño y la niña logren detectar a tiempo situaciones maltratadoras y luego puedan pedir ayuda.

2.Conductas autoprotectoras

Aprender a cuidarse y detectar señales de alerta es una habilidad que se aprende en el día a día. Entre ella hay que:

a) Distinguir entre toques buenos y toques malos (los primeros causan bienestar, los segundos causan dolor).

b) Distinguir entre secretos buenos y secretos malos (los que causan calma o malestar respectivamente).

c) Reconocer a sus adultos de confianza (siendo adultos y adultas en quienes puede confiar si alguien le da un toque malo o le pide guardar un secreto malo).

El cuerpo es muy sabio y se requiere prestar atención a sus señales de alerta. Si quieres saber más de esto, te invitamos a visitar el sitio de World Vision Chile haciendo click AQUÍ.

3.Enseñanza de habilidades sociales

Todos los días aprendemos a relacionarnos con otros; la sociedad cambia y las personas también. Por aquello, aprender a dar opiniones, hacer cumplidos, a decir “no”, a expresar cariño o a pedir ayuda es clave en la enseñanza de los niños en cuanto a cómo defenderse. Estas habilidades pueden aprenderse mediante entrenamientos en habilidades sociales que podemos entregar los profesionales de la psicología.

Sin embargo, también pueden aprenderse de forma natural en el día a día de las familias. Es importante ser buenos modelos; hacer comentarios respetuosos acerca de los demás, dar opiniones y escuchar a los niños cuando expresen las suyas, decir “no” cuando no queremos hacer algo (y explicarle a los niños por qué lo hicimos y qué palabras usamos). Es útil también expresarse afecto y mostrar cómo y con quién se decidió expresar.

4.Resiliencia

“La adversidad despierta talentos que en la comodidad permanecen dormidos” dice la Fundación Katy Summer, especializada en la prevención acoso escolar y suicidio.

La resiliencia se refiere a la capacidad que tenemos las personas de salir adelante pese a las adversidades y lograr obtener un aprendizaje a partir de éstas. Esta resiliencia viene en nuestros genes, sin embargo, requiere ser alimentada todos los días. Esto se logra por medio de los buenos tratos a la infancia; un trato respetuoso y con amor incondicional promueven capacidades físicas y mentales que permiten defenderse y hacer frente de mejor forma frente al bullying.

5. Autocuidado

Si bien pensaríamos que la mejor forma de defenderse del bullying es adoptando las mismas conductas violentas que tiene quien agrede, realmente esa no es la solución; por una parte, los niños y las niñas se exponen a una violencia aún mayor y, por otra, no se logra romper el círculo de agresión que hiere. El autocuidado implica cuidar de sí mismos y, todas las veces que sea necesario, usar herramientas que permitan:
1) Poner límites a los demás en cuanto a la forma en como a ellos y ellas le gusta ser tratados.
2) Pedir ayuda cada vez que la necesiten.
3) Decir “no”, conociendo su derecho a no hacer algo que no le gusta o que le hace sentir dolor físico o emocional.
4) Conocer acciones concretas de autocuidado como bloquear en redes sociales a quien le agrede, tomar capturas de pantalla de los mensajes recibidos, cortar comunicación con quienes agreden y/o saber que en muchas ocasiones no responder una agresión verbal o escrita también es una forma de cuidado. Así también lo es alejarse físicamente de la situación que causa dolor.

Conclusión

Si te preguntas “cómo ayudar a mi hijo a defenderse del bullying”, es importante que tengas claro que la defensa depende en gran medida del cuidado que los adultos pueden entregar. Por eso es necesario, creerle a los niños, confiar en su palabra, proveer de espacios de interacción seguros, advertir peligros y darle realce a la sabiduría de su propio cuerpo en la medida que le alerta de peligros.

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