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30/Jun/2020

3 mitos sobre la salud mental en adolescentes

Existen muchos rumores y prejuicios poco fundamentados sobre la salud mental y más aún si se trata de los jóvenes. En parte, por la falta de información y por el tabú que causaba hablarlo hasta hace pocos años. En este artículo desmentimos los principales mitos.

La salud mental según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esta misma, hasta hace algunos años era un tema tabú. No solo porque se evitaba hablarlo, sino que se le restaba importancia y además quienes padecían enfermedades o trastornos de esta índole eran discriminados.

Aunque poco a poco, los prejuicios han ido desapareciendo y el bienestar psicológico ha ido tomando el valor que le corresponde, aún existe información falsa sobre esta temática (en especial si hablamos de adolescentes). A continuación, desmentimos los principales mitos con datos certificados.

3 mitos sobre la salud mental en adolescentes

Mito 1: “Los niños y adolescentes no pueden tener problemas de salud mental”

Según la OMS , 1 de cada 5 niños y adolescentes tiene un trastorno mental. De hecho, estos suelen aparecer cuando está comenzando la pubertad y pueden ser diagnosticados clínicamente.  De no ser tratados, pueden ir acompañados de problemas con el alcohol, cigarrilos o incluso drogas

Por eso, debemos prestar atención a los cambios de comportamiento de nuestros hijos e hijas y no desvalorizar sus sentimientos. Es importante tomar en cuenta, que el ser jóvenes no invalida el hecho de llegar a desarrollar algún problema de sanidad mental. Más aún cuando están sometidos a mucha presión, han sufrido alguna pérdida o duelo.

Mito 2: “No es depresión, los adolescentes son así”

De hecho, según la OMS la enfermedad que más jóvenes presentan es la depresión, cuyos síntomas principales son: estar decaído o irritable gran parte del tiempo, cambios de hábitos de sueño o alimenticios, falta de energía en casi todas las actividades  y pocas ganas de sociabilizar, entre otras. 

Mientras tanto, es cierto que el cerebro actúa de manera diferente durante la adolescencia, ya que está viviendo grandes cambios tanto biológicos como sociales. Esto, se puede ver reflejado en el incremento de emociones, anhelo de privacidad y cambios de humor,

Si tienes dudas sobre la actitud de tu hijo o hija, la mejor forma de que lo aclares es conversar directamente con él, pregúntate sobre sus sentimientos y preocupaciones. Detectar tempranamente posibles signos, es clave para desarrollar la resiliencia y fomentar la salud mental a lo largo de la vida. De ser necesario, busca ayuda profesional.

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3. Mito: “Los adolescentes no necesitan terapia, solo deben animarse”

Muchas personas suelen creer que los problemas psicológicos pueden solucionarse teniendo la “disposición a ser feliz o a mejorarse”, pero lo cierto es que es mucho más complejo que eso. 

Por ejemplo, una persona con depresión, no solo sufre de una falta de motivación o tristeza, como se suele pensar, sino que muchas veces va acompañado por la incapacidad de sentir. En este caso el “animarse” resulta imposible e incluso mencionarlo puede ser ofensivo y muy frustrante.  Asimismo, es un error pensar que estas afecciones son una elección, ya que pueden tener múltiples factores, ya sean genéticos, biológicos, desregulaciones químicas o incluso episodios traumáticos. Por este motivo, es necesario buscar ayuda profesional para diagnosticarla y tratarla adecuadamente.

Conclusión

Como pudimos ver, la salud mental es igual de importante que la salud física y puede afectar a personas de todas las edades. Aunque solo un profesional puede diagnosticarla, existen señales y comportamientos a los que hay que estar atentos, ya que pueden indicarnos que algo anda mal en nuestros hijos o hijas.

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