The quick
30/Jun/2020
¿Sientes que llegó el momento para que tu hija o hijo empiece a dormir de corrido en su habitación? Estos consejos te ayudarán a lograrlo con ternura (nuestro ingrediente especial). ¡Sigue leyendo!
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La primera incertidumbre que surge sobre esta temática es: ¨¿Hasta qué edad nuestras hijas e hijos deben dormir con nosotros?¨. La realidad es que la niña o niño sentirá la necesidad de dormir en su propio espacio personal a los 10 años.
Antes de esa edad buscará protección a la hora de dormir y lo más sencillo es obtenerla durmiendo en la cama de mamá y papá. Aunque, eso no significa que sea la única forma de obtener seguridad.
Existen otras formas de hacerles sentir seguridad sin necesidad de compartir el dormitorio, ponlas en práctica y verás cómo empezarán a preferir sus camas para dormir.
Estas son algunas recomendaciones.
Así tendrá bien definido cuál es su lugar para dormir, aunque esto exige otros tipos de esfuerzos como el desplazamiento para la lactancia en medio de la noche, acudir ante el llanto y cerciorarse que están durmiendo en una posición sin riesgos.
Tener en cuenta que es una recomendación, no un requisito indispensable.
Crea una rutina saludable de sueño que concluya con tu hija e hijo yéndose a dormir en su espacio personal.
En nuestro blog 6 tips para mejorar el sueño de tu hijo/a compartimos una lista con las mejores recomendaciones para garantizar buenos hábitos de sueño, estos son:
Si tu hija e hijo tienen más de dos años es probable que migren a tu cama en medio de la noche. La imaginación y el miedo a la oscuridad son comunes a esa edad e intensifican el miedo a dormir solos.
Guía infantil recomienda incentivos para estos casos y pueden ser:
Puedes meterte en sus camas, sentarte a un lado e incluso esperar en la puerta hasta que se dejen llevar por el sueño. Esto debe ser acordado e incluso debe ir disminuyendo en el tiempo.
La rutina para ir a dormir (punto 2) debe estar acompañada del mejor final: una habitación con clima templado, cama cómoda y sábanas con rico olor.
Es decir, un ambiente propicio para dormir, como se recomienda en el artículo del diario El País.
Otra recomendación importante del artículo mencionado (El país) es no ceder la cama si se levantan en medio de la noche por una pesadilla, indigestión, sed o necesidad de ir al baño.
Dales compañía hasta que se tranquilicen y vuelvan a dormir, siempre en sus cuartos o camas para no confundirlos.
La mejor forma para lograr que tu hija e hijo prefiera su cama son con pequeños y constantes incentivos. ¡Pon en práctica nuestros consejos! Dormir en sus propias camas puede incidir positivamente en sus autoestimas.